Lifting frontal

En un lifting frontal endoscópico, se elimina el exceso de piel desde la frente hasta la parte posterior de la cabeza. El cirujano plástico hace varias incisiones pequeñas en el cuero cabelludo velludo y afloja el periostio, lo incide por debajo del nivel de las cejas y a los lados, y lo levanta todo como una "u" hasta la parte posterior de la cabeza. La intervención se realiza con un endoscopio. Un endoscopio es un pequeño tubo con luz, cámara y lupa. De este modo, el cirujano plástico puede aflojar con gran precisión la membrana ósea situada bajo los músculos de la frente y preservar los nervios sensoriales.

Una vez que el cirujano plástico tensa la membrana ósea, las cejas se levantan con ella y se vuelven a fijar a una altura natural y adecuada. La membrana ósea tiene que volver a crecer en su sitio para que el resultado sea definitivo. Para fijarla, el especialista utiliza suturas que pasa a través de un tornillo disoluble, o a través de dos orificios óseos.

Las cicatrices consisten en una serie de pequeñas incisiones de un centímetro en la línea del cabello. Dos a la altura de la sien, dos a cada lado y una en medio de la frente. Para ello no es necesario afeitar el pelo. En el lifting endoscópico de la frente no se corta la piel sobrante, sino que se empuja hacia atrás sobre el cuero cabelludo velludo, que desaparece por sí solo al cabo de unas semanas. Con este método, la línea del cabello puede desplazarse unos dos o tres centímetros hacia atrás. Así, la frente queda ligeramente más alta o más larga, por lo que este método es especialmente adecuado para pacientes con la frente más corta.

El procedimiento también puede aplicarse a personas calvas porque las cicatrices son muy pequeñas. Además de devolver a las cejas su altura correcta, con este método se tensa y alisa la piel de la frente. El lifting endoscópico de cejas dura entre una y dos horas y se realiza en quirófano, bajo anestesia general.